“…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan…”

Cosas y casos de casa

El otro día hablaba con un compañero del trabajo.

Me decía que iba de vacaciones a su país.

A Perú.

La cosa es que me dijo

—Tío, lo que más me molesta es que llego y mis excompañeros de la escuela siempre me preguntan ¿y qué es lo que haces en Europa?

—¿Y qué respondes?

—Pues que soy albañil. ¿Eso es malo? Eso parece que no les gusta mucho. Se creen que si estoy en Europa, soy ingeniero, o abogado, o médico.

—Hombre, —le dije— Diles que tú haces que la gente se sienta mucho mejor en su vivienda. Y para que disfruten mucho más su casa o piso. Porque les dejas la vivienda tal y como ellos se la imaginan.

Mi compañero se rio.

Pero yo sé que se lo tomó como un chiste y yo hablaba en serio.

Ah, y si has llegado hasta aquí, te comento que tengo un mini e-book donde te cuento una forma muy sencilla de mejorar tus textos.

Esto también lo digo en serio.

Ya sabes, y si no lo sabes, te lo cuento. Comunicar bien aumenta las ventas, si ya has vendido, claro. Si aún no has vendido, también vas a vender.

El mini e-book lo recibes si te suscribes a mi newsletter.

Carachas, no te había dicho que tengo una newsletter o una lista de suscriptores.

Si. La tengo.

Escribo a diario. Aprenderás y te divertirás.

Mejor no te suscribas si te molesta recibir correos a diario. Uff. Eso es un follón.

Además, siempre vas a encontrar como mínimo dos enlaces. El primero donde te voy a ofrecer mis servicios y el segundo para que te des de baja.

“Amo tanto las palabras… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío…”

Tú las necesitas para comunicarte y si tienes un negocio y no un hobby, también las necesitas. Palabras que canten y que hagan sentir, palabras que comuniquen bien y hagan ver, palabras que sean textos que muestren los beneficios, de tu servicio o producto, frente a tu posible cliente.

Palabras que sirvan de puente entre tu producto o servicio y la imagen de cómo quiere verse tu cliente después de consumir tu producto o servicio.

¿Verdad que es muy sencillo?

Claro que es sencillo.

Aquí no hay letra pequeña.

Te suscribes.

Dos enlaces.

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Segundo enlace. Te das de baja

¿Aún no se han alineado todos los astros para que puedas descargarte el mini-ebook?

No pasa nada, pásate entonces por mi blog y lee algunas de las cosas que escribo, incluidos correos que ya he enviado a quienes hacen parte de mi lista.

¡No tienen desperdicio!